¿Por qué a algunos les va tan bien?: lecciones de 'Free Guy' para ser protagonista

Hay emprendedores que parecen tener siempre todo claro, como si tuvieran alguna habilidad o superpoder que nosotros no tenemos. Estamos de acuerdo en que emprender es una misión compleja que requiere compromiso y esfuerzo, pero también es sumamente gratificante. Constantemente tratamos de establecer un orden que nos permita tomar decisiones, pero resulta muy difícil saber qué quiere nuestro cliente o incluso qué deparará el futuro del país.

Es probable que cuando decidiste iniciar tu emprendimiento, hayas sentido que tenías todo bajo control, con una misión clara y motivación de sobra, pero este sentimiento va y viene. A veces nos tapan los miedos e inseguridades que nublan nuestro panorama. Algo similar le pasa a Ryan Reynolds en "Free Guy - Taking Control".

En la película, Ryan Reynolds interpreta a un cajero de banco que descubre ser un personaje no jugable en un videojuego y decide convertirse en el héroe de la historia, salvando a sus amigos de ser eliminados. A lo largo de la película, aprende a usar sus "anteojos" para interpretar el entorno, aprovechar sus habilidades, prepararse para amenazas y alcanzar objetivos. Lo más interesante es que sus valores y propósito lo distinguen del resto de los jugadores, convirtiéndolo en una sensación mundial que conecta con el público y otros jugadores.

Para convertirte en el "Free Guy" de los emprendimientos y dar un paso adelante, te recomiendo lo siguiente:

• Ponte los anteojos para identificar elementos de tu modelo de negocios y muévelos como fichas en un juego de mesa, permitiéndote jugar con las posibilidades.
• En este juego, tú eres el personaje con habilidades y talentos. Aprovecha al máximo los actuales y trabaja para mejorar tus defectos.
• No pierdas de vista tu propósito de vida y tus valores. Son ellos los que te distinguen y te permiten conectar genuinamente con tus clientes.

Al igual que el protagonista de Free Guy, podemos encontrarnos en momentos donde nos sentimos atrapados en un juego, perdidos y sin control de la situación. Sin embargo, también podemos aprender a usar "nuestros anteojos" para discernir oportunidades, aprovechar nuestras habilidades y fortalezas, y perseguir nuestro propósito con determinación. Si ya estás en este juego, es momento de asumir tu papel como protagonista y ¡rockearla!